Para los que llevamos bastante tiempo trabajando con GNU/Linux, tar es una herramienta que nos ha venido acompañando desde que empezamos a usar este sistema operativo, y no es de extrañar porque desde los principios de GNU/Linux surgió la necesidad de empaquetar ficheros en un único archivo para poder distribuirlos con mayor facilidad; y eso es precisamente lo que hace el comando tar, empaquetar ficheros y directorios en un mismo archivo. Aunque inicialmente tar se usó para almacenar archivos en cintas magnéticas, de hecho su nombre viene de ahí precisamente, tape archiver (archivador en cinta), pronto se usó para poder manejar un conjunto de archivos de manera eficiente.
La página del manual de tar nos dice que este programa almacena y extrae archivos de un disco o una cinta y que su sintaxis de uso es tar [opción…] [archivo…].
Vamos a ver algunas de las opciones más útiles de tar.
Empaquetar varios ficheros en un archivo:
$ tar -cf archivo.tar fichero1 fichero2
Acepta comodines por lo que si escribimos
$ tar -cf archivo.tar *
añadirá todos los ficheros del directorio en el que nos encontramos a nuestro archivo tar.
Listar los ficheros que hay en un archivo tar.
$ tar -tf archivo.tar
Añadir un fichero nuevo al final de un archivo tar:
$ tar -rf archivo.tar fichero3
Desempaquetar ficheros de un archivo tar.
$ tar -xf archivo.tar
Eliminar un fichero que se encuentra en un archivo tar.
$ tar –delete fichero -f archivo.tar
Como muchos ya sabréis, existen otras opciones, quizás las más importantes, que comprimen y descomprimen al tiempo que empaquetan, pero eso lo explicaré en otro artículo, porque primero me gustaría explicar alguno de los comandos que hay disponibles para comprimir y descomprimir en un sistema GNU/Linux, y posteriormente hacer un minitutorial explicando cómo hacer todo este proceso a la vez.